Charlie McCullough se une al equipo desde la Diócesis de Austin. Charlie es un orgulloso tejano y pronto se graduará en Texas A&M, pero se apresurará a recordar que su identidad empieza y termina como hijo adoptivo de Dios. El día soñado de Charlie consistiría en escalar una montaña, jugar una partida de cartas en la cima y terminar la noche alrededor de una hoguera con una suave guitarra de fondo. Durante su primer año de universidad, Charlie tuvo un encuentro personal con la Eucaristía en misa que inició una relación de profundo amor con Jesucristo. Ahora, ya sea en las paredes de su casa o en sus clases de ingeniería mecánica, se puede encontrar a Charlie orientando a otros hombres e invitándoles a construir su identidad sobre la base de ser hijo de Dios. Charlie aceptó el papel de Peregrino Perpetuo porque sabe hasta qué punto una mirada desde la Eucaristía puede cambiar la vida de alguien, y está encantado de ser testigo de este encuentro una y otra vez por toda América.
